Si todavía nunca has probado a meditar y eres de las personas que cree que meditar puede ser difícil, te invito a que hagas el siguiente ejercicio, que puede ser un posible primer paso para que comiences tu camino de meditación.
Es un ejercicio que le escuché a Eckhart Tolle, que me pareció brillante por lo simple y efectivo, y que le ha resultado a muchas de las personas que conozco como un primer acercamiento a percibir la ausencia de pensamientos y lo placentero que eso llega a ser.
Sin más preámbulos, vamos a ello.
Di tu nombre y tu apellido, por favor. Si es en voz alta, mejor.
Ahora dilos de nuevo pero dejando un par de segundos de espacio temporal entre tu nombre y tu apellido.
¿Le prestaste atención a qué hubo en esos segundos entre ambos?
Repítelo, y si puedes, sepáralos un poquito más, y observa cómo se siente lo que hay en medio de tu nombre y tu apellido.
Agradable, ¿eh? Un espacio temporal sin pensamiento.
Pruébalo de nuevo y observa la sensación.
¡Voilá! ¡Bienvenido a tu primera experiencia de meditación!
Puedes estirar ese espacio todo lo que quieras, pero no te hagas el o la crack y quieras estirarlo media hora de un tirón. Hazlo poquito a poco. Primero 2 segundos, luego 3, luego 4, luego 5. Pero, ojo, no cuentes los segundos, pues ahí entraría la mente en juego. Simplemente estira un poquito más cada vez el tiempo que demoras entre decir tu nombre y tu apellido y observando cómo se siente ese espacio del medio, cómo se percibe, cómo se vive.
Luego, cuando le encuentres «la manija» a esa sensación, ya no tendrás que usar el truco del nombre y el apellido. Simplemente podrás ir en busca de esa sensación placentera de no pensamiento, de gran paz, de vacío fértil.
Como te prometí, esto es un posible primer paso, nada más. Pero lo que me encanta de este ejercicio es que les sirve a muchas personas para experimentar de un momento a otro el placer de meditar.
Si te has enamorado, como me imagino, de esa sensación (que puede sentirse como alivio o como acceso a un espacio enorme -o ya me dirás tú a qué más-), el paso siguiente sería procurar comenzar una práctica meditativa, que ya incluya otro tipo de preparación para que el estado meditativo pueda llegar a ti e instalarse por un tiempo más largo.
Con mucho amor, deseando que te sirva,
Patricia
10 de abril de 2017