Tu estado emocional por defecto es modificable

Una vez que calmamos la mente con ejercicios de meditación obtenemos una mayor claridad para observar, por ejemplo, nuestras emociones.

¿Qué emociones tiendo a sentir? ¿Cuáles podría decir que son mis emociones por defecto?

¿Con qué combinación de emociones me despierto cada mañana?

¿Y con cuáles me voy a dormir?

¿Con cuáles me ducho? ¿Y con cuáles hago las tareas cotidianas?

En esos momentos en los que no está sucediendo ninguna anécdota  especialmente agradable o desagradable, ¿qué emociones suelo sentir?

Así como generamos hábitos de pensamiento y frente a ciertos estímulos, o frente a la ausencia de ellos, solemos pensar el mismo tipo de idea, también generamos hábitos de emociones.

El primer paso, esencial, es reconocerlo.

Luego, analizar si esas características emocionales son compatibles con la vida que deseamos, con cómo queremos transcurrir nuestra experiencia humana.

En el caso de encontrar una contradicción entre las emociones que siento y las que deseo sentir, he aquí un ejercicio para romper el hábito y cambiar el patrón emocional.

Siempre desde la actitud de amistad indiscutible conmigo mismo, elijo qué combinación de emociones quiero sentir por defecto en mis días.

Luego visualizo esta realidad. O sea, me imagino a mí mismo con esa combinación de emociones y las genero en mí. (Para ello puedo necesitar alguna estrategia, como ser traer algún recuerdo).

Una vez generadas, me sostengo en ese espacio emocional por todo el tiempo que me sea posible, con el agradecimiento por esa realidad (que asumimos que ya sucede).

Luego de la práctica, en el correr del día, siempre que recuerde este aspecto, procuro ese lugar emocional elegido por mí.

La visualización hará su parte en la manifestación de la realidad deseada y la práctica del nuevo lugar emocional irá desconectando los viejos circuitos emocionales. Gradualmente generará los nuevos, que serán más coherentes con nuestras elecciones conscientes.

La yapa que tiene este ejercicio es que al sentir las emociones elegidas, ya estoy viviendo, de inmediato, esa realidad que deseo vivir. Como dicen en inglés es un «win/win». Pura ganancia, por donde lo mires.

Espero que luego de haber calmado sus mentes con algún ejercicio de meditación le den una oportunidad (o mejor dicho, varias) a este aspecto que es decisivo en cómo experimentamos nuestra realidad.

¡Que se diviertan!

Este post fue escrito el día jueves 11 de junio de 2020, inspirado en la práctica con el grupo de meditadoras madrugadoras, con quienes nos juntamos por Zoom a las 8:15 am.

Abrazos de luz,
Patricia Schiavone

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