Plan de acción para cambiar el mundo. Te invito a ti.

¡Buen día, gente linda!

¿Qué es lo que más intercambiamos entre los seres humanos?

Respuesta correcta: energía

¿Cuál es el objeto que más intercambiamos entre los seres humanos? ¿Cuál es el objeto que pasa por más manos humanas a lo largo de su existencia?

Piénsalo un poquito… algo que recibes y das todo el tiempo.

Sí, el dinero.

¿Por cuántas manos aproximadamente pasará cada uno de los billetes y monedas que pasan por nosotros? No tengo ni idea del número pero sí tengo idea de que son muchas manos, a veces por día, otras por hora, las que tocan el mismo billete y la misma moneda.

Por ejemplo, ¿cuánto dinero pasa por la mano de una cajera de supermercado? ¿Y por un vendedor de boletos de ómnibus en una terminal? ¿Por el guarda de ómnibus? ¿Por el taximetrista? ¿Por el empleado de la farmacia?

Ahora, ¿con qué tipo de emoción entregamos el dinero cuando pagamos? ¿Con alegría, generosidad y el centro del pecho livianito y contento? ¿Con tristeza, angustia y preocupación? ¿Y cómo lo recibimos?

Si bien hay oportunidades en que lo hacemos positivamente, son muchas las veces en que el intercambio de dinero está cargado por emociones negativas de varios tipos. Entonces, los billetes y las monedas van absorbiendo toda esa carga y es muy raro que uno tome un billete o una moneda y sienta las ganas de mantenerlos en el centro de la mano. No nos sucede lo mismo que cuando, por ejemplo, encontramos una piedra linda en la orilla del mar y automáticamente la tomamos, la palpamos, la sentimos y nos resulta muy agradable. Con el dinero puede inclusive pasar exactamente lo opuesto: querer soltarlo lo antes posible. Y la explicación está en que esos billetes y monedas traen una carga energética, vibratoria, realmente molesta, baja, negativa.

Como sabemos, buena parte de la vida cotidiana de todos gira en torno al dinero de una manera o de otra.

Entonces, paso a explicar la invitación que te estoy haciendo en este preciso momento, para que arranquemos lo antes posible (yo ya empecé hace bastante tiempo).

No interesa si eres reikista o no, así que estés iniciado en reiki o no lo estés, por favor sigue leyendo.

Piensa por un momento: ¿En tu casa, dónde guardas tu dinero?

El primer paso es elegir una caja que te resulte agradable, inclusive bonita, y guardes tu dinero en ese lugar.

El segundo paso es que te marques una frecuencia determinada y limpies la energía de ese dinero.

Si eres reikista, te invito a que con la frecuencia que tú consideres adecuada, le pases reiki al dinero adentro de la caja (de manera de que la caja vaya acumulando esa energía sanadora y cada vez te resulte más sencillo). La intención de la energía deberá ser la limpieza de toda energía negativa y la carga de los billetes y monedas con energía positiva. Yo le agrego, además, la intención de que cada uno de esos billetes y monedas le lleven a cada una de las personas que los reciban y los entreguen sentimientos de abundancia de riqueza y de felicidad y que sea usado para acciones que sean consideradas positivas por quien entrega el dinero. Si quieres sumarte a estas intenciones también, perfecto.

En cuanto a la frecuencia, yo lo hago una vez por semana y además cada vez que por alguna razón llegan bastantes billetes o monedas a mis manos. Por ejemplo, el día que cobro mi sueldo, en lugar de depositarlo directamente en el banco, como hacía antes, lo traigo a mi casa, lo limpio, y recién después lo deposito. También intento que los billetes más grandes se transformen en billetes más chicos, para estar incidiendo en la mayor cantidad posible de billetes y monedas.

Si no eres reikista también puedes formar parte de este plan de acción y te explico una de las maneras, aunque ya se te ocurrirán otras a ti también.

La intención tiene un poder muy grande y los sentimientos tienen un poder completamente generador, transformador, mágico. Entonces, te invito a que luego de elegir una caja linda donde guardar tu dinero, te marques una frecuencia determinada (por ejemplo, una vez por semana, siempre el mismo día) y le envíes a esa caja la intención de que cada billete y moneda lleven energía positiva a cada persona que los reciba y los entregue. Una manera completamente efectiva de hacer esto es poner la caja frente a ti, cerrar los ojos (para evitar distracciones de la mente), llevar la atención al centro de tu pecho y sentir ahí que ese dinero vibra positivo y va llevando a cada ser esa energía positiva, esa sensación de abundancia y felicidad.

Una sugerencia: Si ven que, tanto reikistas como no reikistas, la energía que viene con el dinero les resulta demasiado pesada, demasiado fuerte de una manera negativa, pueden comprar una o más amatistas y quizás algún citrino. Al momento de comprarlas les tienen que preguntar si están dispuestas a trabajar con ustedes para esta tarea y quedarse escuchando la respuesta y respetarla. Una vez que encuentran una o quizás cuatro amatistas dispuestas a colaborar, las llevan a casa, las limpian con agua y sal durante 12 horas (en caso de duda, ver la página de cristales en esta web) y luego la o las colocan al lado de la caja con el dinero al momento en que ustedes hacen la limpieza. De esta manera las amatistas nos ayudan a transformar esa energía. Pero no vale dejarles todo el trabajo a las piedras, pues ellas no son los seres responsables por la carga energética que le hemos inculcado a estos objetos. Somos los seres humanos y tenemos que ser nosotros los que arreglemos el entuerto. Como los cristales son seres que quieren colaborar con la conciencia planetaria, están dispuestos a ayudarnos y entonces claro que podemos aceptar y aprovechar su generosidad y su ayuda, pero sin excedernos. Que sea una real colaboración. Y, por supuesto, luego de cada limpieza de dinero es una obligación absoluta, volver a limpiar los cristales sumergiéndolos en agua y sal durante 12 horas más. Si bien el citrino en teoría no necesita limpieza, al citrino dispuesto a colaborar con esta tarea, le debemos esa limpieza.

Bueno, esto es en lo que he andado desde hace un buen tiempo de manera individual, pero la invitación ahora es a que sea algo entre muchos para que el efecto sea grande, transformador, maravilloso.

¿Te sumás? Por favor, sí, sumate.

Si quedan dudas, preguntame, ya sea por mensaje privado o en los comentarios.

Si no quedan dudas, y lo harás, nos haría muchísimo bien a todos saber que somos varios en la tarea, inclusive porque sería bueno organizarnos para hacer este trabajo de manera conjunta, quizás, ya sea los mismos días, o en los mismos horarios, etc. La colaboración energética entre varias personas tiene un efecto amplificado que podemos aprovechar.

Espero con muchas ganas que te sumes a este plan de acción.

Abrazote,

Patricia

18 de mayo de 2015