Meditación

Una ley universal dice que la energía no se destruye, sino que todo se transforma. Todos los seres pertenecen a la misma fuente de energía. La meditación no es otra cosa que conectarse energéticamente con esa fuente de energía. Para hacerlo es necesario dejar de pensar y comenzar a sentir. Sí, así de fácil.

Puedes hacer que el proceso sea fácil o complejo. Hagámoslo fácil aquí.

Por favor siéntate en una posición cómoda. Conéctate primero con tu cuerpo, relajando todos los músculos, y toma conciencia del templo donde vive tu alma. Una vez que percibas verdaderamente al cuerpo, tu conexión a la fuente de energía será inmediata.

Al alcanzar esa conexión, podrás evaluar cómo te sientes. Las emociones normalmente llamadas «negativas» (que yo prefiero llamar «incómodas»), tales como tristeza, ansiedad o enojo generan vibraciones de nivel bajo, mientras que las emociones usualmente llamadas «positivas» (que prefiero llamar «cómodas» o «placenteras»), como ser esperanza, alegría y amor generan vibraciones de nivel más alto. Tu nivel energético personal fluctúa y los sentimientos y las emociones son los mejores indicadores de cómo estás vibrando. De hecho, una vez que te acostumbres a eso, puedes sentir físicamente cómo estás vibrando.

Encontrarás consejos sobre meditación en una infinidad de libros, blogs, páginas web y programas de audio. Siempre puedes probar diferentes métodos y ver cuál te sirve más a ti pero mi consejo es que empieces por algo simple: elige un lugar limpio y ordenado, enciende una vela, pon alguna música relajante, siéntate en la posición que prefieras (siempre que la espalda esté derecha) y relaja tu cuerpo.

Durante los primeros momentos o minutos es probable que tus pensamientos aparezcan, testarudamente, «como nunca antes». Primero que nada, déjame decirte esto: es una buena noticia. No significa que no lo estés logrando; significa que estás gradualmente tomando conciencia de tus pensamientos. Los pensamientos van y vienen todo el día pero en nuestra falta de conciencia, no los notamos. Para poder continuar, debes dejar que tus pensamientos pasen, sin involucrarte en ellos. De a poco irán disminuyendo y finalmente desaparecerán. Puedes preferir focalizarte en tu respiración. Eso te ayudará a tranquilizar tu mente y a medida que te vayas concentrando más en la respiración informe, te irás acercando a la conciencia informe.

Debes tener en cuenta que nuestra mente está acostumbrada a dominar. Generalmente no somos conscientes de nuestro nivel energético, nuestra tensión muscular o nuestros sentimientos. Es por esta razón que puede llevarte tres o cuatro intentos, algunas veces más, antes de que puedas liberar tu mente y encontrar una conexión más fuerte con la fuente de energía.

Si dejas de meditar por unos días y retomas, tu mente puede llegar a interferir otra vez. Entonces, de nuevo, necesitas dos o tres intentos antes de volver a tener éxito en este propósito.

Yo sugiero que dejes de leer ahora y pongas en práctica lo que acabas de leer. Recuerda que puede exigirte unos intentos hasta que te logres conectar, así que cuanto antes empieces, mejor. ¡Y no te juzgues por no tener éxito en los primeros intentos!

Algunos de los efectos que obtendrás son:

· Necesitarás dormir menos horas y te sentirás más activo.

· Tomarás mejores decisiones y encontrarás mejores soluciones.

· Tus tensiones físicas se reducirán y tu ánimo general mejorará.

Déjame decirte algo que puede darte ánimos: Cuando empecé a «meditar» lo que hice fue visualizar. ¡Ni siquiera sabía la diferencia entre ambas! Pero, inclusive en ese estado de ignorancia, aquella práctica me ayudó de manera impresionante a avanzar hacia más paz interna y hacia una vida más similar a la que quería vivir. Hoy he avanzado un poco por el camino de la meditación pero sé que hay mucho para descubrir. Te cuento esto para mostrarte que no importa exactamente cómo lo hagas, o cuán diferente a lo que sugieren los maestros, te beneficiarás de practicar el ponerte en contacto con tu yo interno y la fuente de energía.

Y, por último, algo muy importante: uno no medita para ser un gran meditador. Uno medita para ser un mejor ser humano durante todo el día (y la noche).

03 de mayo de 2015

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