La conciencia del corazón: una fuente de sabiduría por descubrir

Hemos crecido y vivido en una sociedad que nos fomenta el cultivo del razonamiento y y algunas funciones del intelecto: memoria, argumentación, comparación, juicio, y demás. A la hora de resolver un problema nuestra atención va por defecto hacia el área de la cabeza y empieza a estudiar alternativas, analizando pros y contras.

Hoy vengo a proponer que le demos algunas oportunidades a otra fuente de sabiduría, que funciona de modo diferente: la conciencia del corazón.

No estoy hablando del órgano que bombea sangre, que está ubicado un poco a la izquierda de nuestro pecho, sino del chakra que está situado en el punto central de nuestro cuerpo energético, a la altura del centro de nuestro pecho, justo en medio de los llamados “chakras principales” superiores y los inferiores.

Tengamos en cuenta que si vamos a contactar con una parte que funciona de una manera diferente, requerirá que nosotros también observemos o recibamos la información de una manera nueva.

¿Pero de qué estamos hablando exactamente?

Estoy planteándote que hay una parte nuestra que tiene acceso a otro tipo de conocimiento. Esa parte no está ubicada en el cerebro, sino en el chakra del corazón y tiene información diferente, nueva y complementaria a la información a la que vienes accediendo a través del razonamiento intelectual.

Suelo hacer un esfuerzo por escribir separadamente de meditación, visualización o reiki pero hoy me voy a tomar la libertad de unir estas herramientas que viven unificadas en mí. Igualmente espero lograr ser clara. Y si no llego a serlo, por favor no descartes todo por eso. Busca adentro tuyo y todo quedará clarísimo.

Todos conocemos los límites que tiene el análisis mental que podemos hacer de los temas complejos porque nos ha ocurrido de pensar y repensar un asunto y no lograr encontrar una buena solución. El punto es que si analizamos algo intelectualmente lo estamos haciendo con la mitad de nuestras capacidades. A la otra mitad la encontramos en la zona del centro del pecho.

Te aseguro que a la altura del chakra del corazón pasa de todo y no lo estamos aprovechando.

Antes de iniciar cualquier práctica es necesario calmar un poco la mente. Esto se logra, por ejemplo, llevando unos minutos la atención a la respiración o llevando la atención al chakra de las estrellas (a 30 cm de la coronilla) y mientras sostienes la atención ahí, por unos minutos, respiras lento y profundo. Recién después de calmada la mente, comenzamos la exploración, la investigación.

Para empezar a percibir el chakra del corazón una forma es imaginar que respiras por ahí, que tu nariz está ubicada ahí y tú absorbes y sueltas aire por el centro del pecho.

Si encuentras que eso se siente cómodo, con un espacio vacío y amplio, quédate ahí y disfrútalo por un ratito. Si en cambio sientes que el aire no puede entrar o no puede salir cómodo, si sientes una presión o tensión, entonces sigue masajeando con aire esa zona y observando si ves alguna forma o textura en esa zona. Con la respiración lo que sea que encuentres ahí obstruyendo el pasaje del aire irá achicándose o perdiendo grosor o consistencia hasta desaparecer y dejar lugar a la sensación de un espacio vacío, amplio y cómodo, que denota un centro energético en estado óptimo.

Una vez que percibas ese espacio amplio, puedes llevar ahí cualquier asunto sobre el que quieras tener más claridad, literalmente colocarlo en esa zona y observar.

La observación aquí es mejor que sea sin expectativas de ningún tipo y con el foco más en todo lo que es percepción kinestésica, porque es la forma en la que mejor se recibe la información que pueda emerger.

Si lo que eliges observar es algún problema o inconveniente en tu vida, algo que no te gusta y quisieras que no estuviera, es prioritario que al colocar imaginariamente el asunto en el chakra te abras a ofrecerle tu aceptación a ese tema. Que aceptes que eso está en tu vida en este momento (lo aceptes o no, igualmente está). Ya buscarás la forma de modificarlo después, pero primer acéptalo. Algunas veces en ese gesto de aceptación ya pasan cosas importantes, aparecen claridades.

Supongamos que una vez colocado el tema en el chakra, la incomodidad es enorme y no parece aliviar con la respiración. En ese caso, te recomiendo pasarte Reiki a la altura del chakra del corazón hasta que todo se suavice y acomode. Si tienes un cuarzo rosa (es mejor si consigues de la variedad de color más oscuro), también puedes (siempre que esté limpiado previamente) colocarlo en el centro de tu pecho por unos 15-30 minutos.

La actitud más fructífera es de curiosidad sin expectativas, de apertura a lo que pueda aparecer con un grado de confianza de que estás conectando con una parte de ti que tiene un conocimiento mucho más completo. Otro ingrediente importante en estas prácticas es la actitud de paciencia, comprensión y amor hacia uno mismo.

Una vez que recibimos o encontramos cierto saber nuevo acerca del tema, podemos quedarnos con eso y terminar la práctica o podemos hacer otro ejercicio para poner a trabajar juntos a la mente (intelecto) y a la conciencia del corazón.

Diálogo mente-corazón

El chakra del corazón le pide a la mente: Dime por favor qué es importante tener en cuenta en este tema. La conciencia del corazón escucha a la mente, que seguramente nos dará argumentos lógicos, pros y contras, y sacará conclusiones de qué nos conviene y no conviene.

Una vez que la mente dijo todo lo que pensaba, la mente le preguntará al chakra del corazón: ¿y tú qué crees que es importante tener en cuenta en esta situación? Y la mente se calla y escucha al corazón. Seguramente el corazón traerá aspectos diferentes que también son muy importantes para nosotros. Mientras esto está sucediendo ya es posible que nos demos cuenta de algunas cosas.

Damos otro paso más: la mente le pregunta al chakra del corazón: ¿Cómo puedo ayudarte? Y permitimos el tiempo (y la atención) para que el chakra del corazón le responda.

Luego el chakra del corazón le pregunta a la mente: ¿Y yo como puedo ayudarte a ti? Y le damos el espacio para que la mente responda. Si es necesario, dialogan un poco más, hasta ponerse de acuerdo en cómo trabajar juntos para esto.

Si se trata de cambiar algún aspecto de la realidad, luego de ese diálogo es un muy buen momento para visualizar lo deseado como manifestado, plasmado.

Visualización

Para visualizar buscamos el estado emocional que concuerda con la realidad deseada y agradecemos (mental y emocionalmente) porque eso ya es una realidad, aquí y ahora. Lo más importante en la visualización es la actividad en el chakra del corazón: lograr la emoción de la realidad ya plasmada y sostenerla por el mayor tiempo posible.

Como escribí en entradas anteriores, los grandes aliados de nuestro trabajo espiritual son la respiración y la atención a la relajación muscular combinados con la atención a nuestras emociones y nuestros pensamientos y la interrelación entre ellos.

Todo esto es igualmente válido si lo que está sucediendo es que estamos teniendo una conversación con alguien y queremos conectar mejor. Conversar no solo con la mente sino implicando también el chakra del corazón, la respiración consciente y la relajación muscular, resulta en una conversación verdaderamente consciente. Pasa que es bastante más difícil que a solas; por eso la práctica individual es tan importante.

Hay tres aspectos más relacionados con la conciencia del corazón y nuestro acceso a ella:

1) La “puerta corrediza”;

2) El espacio del ser, localizado detrás de las emociones;

3) La compasión y la sabiduría.

La puerta corrediza

Una vez que sentimos el chakra del corazón como un espacio enorme y cómodo, una especie de vacío fértil, vital, lleno de vida, puede sucedernos que nos sintamos demasiado expuestos y sintamos que ante un eventual peligro quedaríamos en un estado de vulnerabilidad peligroso. Si tal cosa te sucede, ten en cuenta que entre el bloqueo completo y la apertura completa existe una tercera posibilidad: familiarizarse con la posibilidad de ir abriendo y cerrando una puerta corrediza, que permite ir abriendo de a poquito, o cerrando gradualmente, y también cerrar o abrir de golpe llegado el caso. Esto se practica y nos da una seguridad balsámica para este centro central y tan receptivo.

El espacio del ser, localizado detrás de las emociones

¿Dónde sientes el enojo, el miedo, la tristeza, la alegría y la esperanza? ¿En qué lugar de tu cuerpo?

Seguramente estarás de acuerdo con que las emociones se sienten principalmente en el centro del pecho, a la altura del chakra del corazón y a una profundidad que es casi superficial a nivel de la piel (penetrando aprox. 1 cm más profundo que la piel).

Te propongo que una vez ubicado ese espacio de las emociones (que si las observas notarás que no son más que un montón de energía), lleves tu atención a la misma altura pero un poco más profundo, al espacio que está entre tu columna vertebral y esa zona emocional. Y quédate ahí un buen rato. Ahí encontrarás otra forma de espacio, ciertamente fértil, que al día de hoy yo creo y siento que es el lugar que habita nuestra esencia, ese ser infinito que no nace y no muere. En ese espacio somos la conciencia que observa las anécdotas de la existencia humana.

La compasión y la sabiduría – Flor de Loto Rosa en el Corazón

Cuando hablamos de “ponerle corazón” a algo, si desmenuzamos de qué se trata exactamente encontramos que se trata de amar eso (en la acepción universal, sin apego) con dos ingredientes imprescindibles: compasión y sabiduría.

Cuando la compasión está presente, observamos sin separación, sintiéndonos uno con la situación, y desde ahí deseamos lo mejor para todos los involucrados, según el plan mayor, que admitimos que no conocemos del todo.

La sabiduría (que no es lo mismo que conocimiento) es más difícil de definir brevemente. Implica poder observar un fenómeno desde todas las perspectivas posibles, sabiendo también que no conocemos todos los factores involucrados. Dentro del marco budista, sabiduría implica entre otras cosas ser conscientes de la impermanencia de todo lo compuesto y de la interdependencia e interconexión de todo, procurar hacer el bien con un fin generoso, para ayudar a todos los seres sintientes.

En mi camino del Reiki sucedió que un día comenzó a habitar en mi chakra del corazón un ser de luz llamado “Flor de Loto Rosa en el Corazón”, cuya tarea es aportar compasión y sabiduría en el centro de los seres humanos para ayudarlos a desplegarse con plenitud también en esta vida terrenal. Tiene una estrecha relación con Guan Yin/ Avalokitesvara/ Kannon y su energía tiene estrecha relación con los seres de luz de Reiki Usui.

Es así que ante situaciones en las que se nos dificulte la aceptación o la mirada global, el amor o la compasión, la claridad de la interconexión, invocar a este ser de luz aporta eso que se necesita para el bien de todos los involucrados.

 

Amigos: aquí compartí lo mejor que pude cómo me manejo yo con el chakra del corazón y las prácticas que –cuando estoy atenta– me permiten un conocimiento más profundo y completo de mí y del mundo.

Ya quisiera yo moverme siempre así pero estoy lejos de lograr eso. Tengo más momentos de distracción que de atención. Pero siempre que puedo vuelvo a estas prácticas y cada vez que lo hago siento que todo cobra un sentido mucho más cercano a como son las cosas.

Esta entrada tratando el tema de forma un poco más completa venía pendiente hacia tiempo. La precipitó algo que prefiero no contar y a lo que le agradezco el empujón. Aquí queda esto que deseo que contribuya como un granito de arena con la liberación del sufrimiento.

 

Abrazo contento, desde el chakra del corazón,

Patricia Schiavone
5 de julio de 2020.

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