
Si el objetivo y la motivación están claros (el «qué» y el «para qué»), del resto se encarga la vida. Los peldaños específicos y todos los aprendizajes irán presentándose en una sucesión inteligente.
¿Qué hay del «cómo»?
El «cómo» contiene la clave para la felicidad.
Si nuestro objetivo no está claro,
seremos como una hoja otoñal danzando al ritmo del viento.
Si nuestra motivación no está clara,
o bien cambiaremos de objetivo repetidamente o abandonaremos pronta o fácilmente lo que nos propusimos.
Si tanto objetivo como motivación están bien definidos, no habrá tormenta ni huracán que nos cambie de rumbo.
¿Cómo sostenernos firmes, motivados y orientados a la vez que transcurrimos las vicisitudes del camino con un estado de bienestar interno?
La clave, según entiendo, yace en el “cómo”.
En el “cómo” transcurren nuestros días.
En el “cómo” viven nuestras relaciones interpersonales.
En el “cómo” se despliegan o se encarcelan nuestras posibilidades.
En el “cómo” nos habitamos a nosotros mismos y vivimos la aventura de nuestra existencia humana.
Desde el punto de partida hasta lograr el objetivo será el “cómo” el que determinará la cualidad de la experiencia.
🟣 El “cómo” contiene la clave para la felicidad… sin ápice de dudas merece toda nuestra atención.
Como dijo Buda: «No se trata del objeto; se trata de la relación con el objeto».
Con mi mejor intención,
Pat
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(Nota al pie: Escrito sin IA, porque disfruto la instancia de pensar, sentir y escribir).