Hola, buen día!
A la mente hay que educarla para conservar la salud mental, en primer lugar.
También para que podamos acceder a nuestro plano espiritual y no nos quedemos únicamente en la superficialidad del yo psicológico, que no es nuestra verdadera esencia.
Lo que a mí me mueve más a entrenar mi mente es lo fascinante que es todo una vez que la mente se queda quieta, o al menos hace menos ruido.
Uno puede meditar para dejar de sufrir, y es válido, pero uno puede meditar para descubrir todo lo que esta experiencia de humanos tiene para nosotros si investigamos. A mí me cuelga mucho más lo segundo (y no he tenido poco sufrimiento).
La parte de practicar solo la puede hacer uno mismo. Nadie puede hacerla por nosotros. Los guías pueden mostrar caminos pero nada más. La investigación personal de hasta dónde es posible solo la puede hacer uno mismo.
21 días PUEDE generar hábito. También se puede al día 22 olvidarlo todo.
Mi objetivo con el taller de Introducción es que lo terminen fascinados con la meditación, con la investigación de sí, y por lo tanto de la humanidad y del mundo en su totalidad.
Porque la vida es de otra calidad cuando sabemos qué somos y vivimos desde ahí.
Y porque el mundo será un paraíso cuando los 8000 millones de humanos que lo habitamos vivamos desde el amor y la conciencia.
Es feriado. Día que seguramente ofrece la oportunidad de meditar dos veces… o tres.

Foto de mi lugarcito de investigación interna hoy.
Abrazos,
Patricia